Bendita Cuaresma, llevaba 312 días esperándote, aunque en realidad, no han sido solo estos meses de espera, sino que podría decir que llevaba dos años esperándote. Pues bien sabes, que estos dos últimos años, las circunstancias laborales me han tenido alejada de mi tierra, obligándome a vivir una Cuaresma granadina de fines de semana.
Cuaresma, es por ello que te recibo con el entusiasmo que llena mi ser de olor, sonido, color, emoción y sentimiento que reconfortarán mi alma, renovando mi ánimo, grabando nuevas instantáneas en mi memoria.